La manada
La manada de Rursus Equus está formada por un grupo de caballos con historias, personalidades y vivencias muy diferentes. Esto puede suponer un reto en la convivencia diaria, pero gracias a su forma de vida, el grupo ha encontrado un equilibrio en el que cada uno tiene su lugar.
Todos los miembros de la manada son completamente únicos, lo que nos ofrece una estupenda oportunidad de aprendizaje y nos ayuda a desarrollar nuestra creatividad y herramientas de trabajo… ¡Aquello que funciona con uno no tiene por qué funcionar con los demás!
¿Te apetece conocernos?
Manada equina
Sabiduría en forma de pony
Rescatamos a Haru en marzo de 2020. Vivió los últimos cuatro años encerrado en un cuarto oscuro, siendo montado por adultos y tirando de carros demasiado pesados a base de golpes. Llegó con lesiones físicas, pero sobre todo psicológicas; se echaba a temblar al ver a cualquier persona.
Haru se adaptó rápidamente a su nueva vida y fue él mismo quien decidió retomar el contacto con los humanos tras unos meses. Es un pony muy sociable, inteligente y participativo.
Nos ha enseñado que un entorno adecuado y una familia equina son un factor decisivo para la recuperación física, emocional y mental, y que la Naturaleza posee un tremendo poder curativo.
De luna menguante a luna llena
Lune fue rescatada en septiembre de 2020 junto a Calanthe, en estado avanzado de desnutrición, con laminitis y graves secuelas psicológicas. Su destino inicial era el matadero por «ser peligrosa», pero acabó encerrada en una cuadra sin alimento. Resultaba más sencillo dejarla morir por inanición.
Aprendió a atacar como defensa frente a los malos tratos; si asustaba lo suficiente a esas personas, la dejaban tranquila. Canalizaba el miedo a través de la agresividad.
Gracias al apoyo de la manada y a un entrenamiento adaptado a sus necesidades, su gestión emocional sigue mejorando día a día y su recuperación ha sido increíble. Lune es muy curiosa, dulce y tiene muchas ganas de explorar y disfrutar de la vida.
El caballito milagro
Rescatamos a Calanthe junto a Lune en septiembre de 2020 en condiciones más que deplorables: severamente desnutrido, con laminitis, la cadera fracturada… Su preocupante estado nos hizo dudar de si saldría adelante, y si lo hacía, ¿tendría calidad de vida?
Contra todo pronóstico, gracias a los cuidados adecuados, a diferentes profesionales y especialmente a sus ganas de vivir, Calanthe se ha ido recuperando poco a poco y ahora lleva una vida perfectamente normal junto al resto de la manada. Se ha ganado el corazón de todos con su personalidad sociable y encantadora.
Es ejemplo de que las apariencias engañan, y de que una actitud positiva puede llevarte mucho más lejos de lo que nadie podría imaginar.
Reencuentros que sanan
Fue atacado por otro caballo cuando era potro y vivió aislado desde entonces. Cuando lo conocimos tenía dificultad para regular sus emociones y socializar de forma equilibrada, especialmente con otros machos.
Aunque las condiciones de vida que se le ofrecieron inicialmente eran adecuadas, la falta de cuidados hizo mella en él, haciendo que su carácter pasara de extrovertido y cuidador a inseguro y desconfiado. Por motivos ajenos a nosotras, le perdimos la pista durante un año y para cuando conseguimos recuperarlo contra todo pronóstico, estaba en muy malas condiciones.
Él nos ha enseñado que tras una fachada de estoicismo se puede esconder un caballo muy sensible intentando sanar su relación con personas, caballos y consigo mismo.
Ayudante canina
Compañera inestimable
Quién iba a decir que aquella cachorra despeluchada que apareció en plena carretera, enferma y desnutrida acabaría siendo una compi de trabajo ejemplar.
Con fuerza y energía para dar y regalar, es a la vez comité de bienvenida, cuidadora de ponys varios, y acompañante en rutas, siendo el perejil de todas las salsas en Rursus Equus.
No siempre pastorea a los caballos en la dirección correcta, pero no por ello podemos apreciar menos su ayuda en todos los quehaceres rutinarios.
Equipo humano
Fundadora de Rursus Equus
Mi primera toma de contacto con caballos fue en forma de equitación tradicional, aunque sentía que algo no encajaba con esa manera de ver y tratar al caballo.
Al conocer a Saranta me propuse formarme todo lo posible para poder ofrecerle una vida mejor a ella y a los caballos que llegarían después. Comencé mis estudios como ATV Equina que complementé con Osteopatía y Cráneo-sacral y con la titulación en Nutrición Clínica Equina y Fitoterapia. A su vez, me metí de lleno en la etología equina, el Clicker Training y la ciencia del movimiento (filosofía Intrinzen).
Interesarme y ahondar en diferentes campos de la salud equina me hace ver, día tras día, que todo está interconectado. Por eso mi trabajo se basa en una perspectiva holística.
Cofundadora de Rursus Equus
Empecé en el mundo del caballo de la forma típica: clases de equitación, y con los años pasé de los ponis de tanda a los concursos de salto.
Sin embargo, lo que más disfrutaba era compartir tiempo con el caballo antes y después de montar. Por ello empecé a formarme para mejorar la comunicación y el bienestar del caballo, tanto dentro como fuera de las pistas, interesándome por la etología y podología equina, y posteriormente por la medicina deportiva y rehabilitación.
Asistí a diversos cursos, charlas y formaciones -en España y en el extranjero- centrándome en la carrera de Veterinaria en la UCO, mi papel en la comunidad de Intrinzen y mi certificación como ajustadora de cabezadas especializada en bitless.
La formación y aprendizaje continuos son muy importantes para nosotras ya que nos permiten ofrecer la mejor atención y cuidados tanto a la manada como a nuestros clientes equinos y humanos.
Sofía e Inés